

TOMÁS BARRÓN NO LIDERÓ LA REVOLUCIÓN DEL 6 DE OCTUBRE DE 1810
- Era eficiente recaudador de dinero para la corona de España
La biblioteca de Justiniano historia de Oruro y Bolivia11 de octubre de 2024

Por Humberto Apaza Orozco (*)
Tomás Barrón no lideró la revolución del 6 de octubre de 1810. Ese día, Barrón estaba más preocupado de recaudar dinero para solventar el mantenimiento del ejército realista, en su calidad de subdelegado de Hacienda y Guerra. No ha tenido ninguna participación en la sublevación, en el momento en que la corona española había caído ante el ejército invasor de Napoleón Bonaparte.
La conclusión fue emitida la noche del 9 de octubre de 2024, en el auditorio San Felipe de Austria de la Universidad Privada de Oruro (Unior), durante la exposición de datos históricos por parte de Eduardo García Echeverría y Javier Cárdenas Medina, miembros de la Sociedad de Historia y Geografía de Oruro, para “poner las cosas en su lugar”, en base a fuentes primarias y secundarias sobre el papel que tuvo Tomás Barrón antes, durante y después del 6 de octubre de 1810.
Los errores de interpretación de los datos históricos fueron atribuidos a Marcos Beltrán Ávila, en su libro “Capítulos de la Historia Colonial de Oruro”, edición de 1925, en base a las actas del cabildo del 6 de octubre de 1810, donde sin fuente ni fundamentación se incluyó a Tomás Barrón como si él hubiese participado en las movilizaciones.
Los datos erróneos fueron reproducidos por la mayoría de los investigadores. Los errores se repitieron para el Bicentenario de la Revolución del 6 de octubre de 1810, cuando el Concejo Municipal de Oruro, dirigido por María Luisa Zeballos, cuando incluso convocó a un concurso para que los artistas plásticos pinten el busto del supuesto líder, Tomás Barrón.
“Tomás Barrón ni siquiera estaba en Oruro ese día. Había pedido permiso para viajar a la Audiencia de Charcas, hoy Sucre”, reveló Eduardo García. Si Barrón hubiese liderado la revolución del 6 de Octubre de 1810, hubiese corrido la misma suerte que Pedro Domingo Murillo, en La Paz, el líder de la revolución del 16 de Julio de 1809. El ejército realista estaba dirigido por uno de los más sanguinarios jefes militares que llegó desde Lima a La Paz, para sofocar y controlar cualquier levantamiento en el entonces Alto Perú, José Manuel Goyoneche.
El pueblo (la plebe, dijo García) de Oruro participó durante la revolución. Uno de los principales actores de aquel suceso era José Mariano del Castillo, confirmó el investigador Javier Cárdenas. Tomás Barrón ni siquiera organizó a la población para marchar, junto con los patriotas cochabambinos, hacia Aroma, donde se derrotó al ejército realista el 14 de noviembre de 1810.
Según las actas del cabildo y de las cajas reales (que manejaba Tomás Barrón, que se encargaba de recaudar dinero para la corona española), el 6 de octubre de 1810 seguía cobrando dinero. Después se perdió hasta el 17 de octubre del mismo año, porque se encontraba en Sucre. Desde el 18 de octubre, en las actas de las cajas reales vuelve a aparecer las recaudaciones con la firma de Tomás Barrón, con el objetivo de enviar el dinero para comprar las armas para el ejército español. Días después, recibe a José Manuel Goyoneche y le entrega dinero. “Esa es la verdad”, dijo García Echeverría. “Me duele, pero ahí están los documentos en los archivos de la Alcaldía Municipal. Tomás Barrón era buen cobrador, porque no perdonaba ni un centavo. Su eficiencia había demostrado cuando él mismo incluía su nombre como deudor”, explicó.
Las actas de las cajas reales son reveladoras. Las recaudaciones de dinero para la corona española seguían a cargo de Tomás Barrón hasta el 30 de julio de 1810. Desde ese día, desaparece y cierra las cuentas, porque ya sabía que el gobierno español estaba derrotado y se avecinaba el 6 de agosto de 1825, cuando se proclamó la fundación de la República de Bolivia.
Según el coronel García Echeverría, las actas del cabildo y de las cajas reales fueron recuperadas por las autoridades del Ayuntamiento, bajo presión a Marcos Beltrán Ávila, quien se había prestado esos documentos originales para investigación, pero nunca los había devuelto. Los años pasaron y todos se habían olvidado del paradero de las actas, a tal punto que el mismo Beltrán le había puesto en casi todas las hojas su sello personal, como si fuese de su propiedad.
La exposición de Eduardo García y Javier Cárdenas sorprendió a todos los asistentes. Los 24 interesados en escuchar las revelaciones se comprometieron a divulgar el resultado de las investigaciones, para que no se tergiverse la realidad de los sucesos del 6 de octubre de 1810. Nadie negó, sin embargo, de la sublevación que hubo ese día y se reconoció que José Mariano del Castillo tuvo activa participación en los acontecimientos.
Como consecuencia de los errores de interpretación y análisis comparativo de los datos, se construyeron monumentos y se efectuaron homenajes a Tomás Barrón, sin haber participado en la revolución de Oruro.
• Es periodista y abogado.