Tuto o Paz: Bolivia deja atrás el socialismo y elige entre derecha conservadora y la popular

Los bolivianos decidieron volcar la hoja y decantarse por una opción distinta a la del socialismo. Después de 18 años del Movimiento Al Socialismo (MAS) en el poder, en una línea continua que inició Evo Morales y finalizó Luis Arce, la corriente política de corte de izquierda se toma un descanso y le cede el lugar a la derecha, encarnada en los dos hombres que pugnan la silla presidencial: Jorge Tuto Quiroga y Rodrigo Paz.

Sí. Cualquiera de los que gane hoy domingo el balotaje definitivo y que asuma el mando del Gobierno el 8 de noviembre próximo se presenta como políticos que llegan para ponerle fin al reinado azul en Bolivia, en medio, dicho sea de paso, de la fragmentación total de la izquierda.

 
De un lado está Tuto (Alianza Libre), que personifica a la derecha conservadora, más inclinada hacia el conservadurismo. Del otro, Paz (Partido Demócrata Cristiano), que se identifica con las “grandes mayorías” y es de corte, si vale el término, de derecha “popular”.

7.9 millones de bolivianos definirán el rumbo de un país que, azotado por la crisis económica (escasez de carburantes, de dólares y la canasta familiar en alza), intenta salir a flote y pensar en un futuro mejor, aunque el reto sea mayúsculo.

Así, también, se va despidiendo Luis Arce. El “delfín” de Evo se aparta de la Casa Grande del Pueblo tras una gestión que comenzó en noviembre de 2020 con la pandemia y sus estragos como desafío, y que concluye con el decrecimiento de la economía, la crisis de combustibles y, en consecuencia, la evaporación del mote aquel que calificaba al exministro de Economía como el “cerebro financiero”. 

 
Bolivia se debate entre Paz y Tuto, luego de una primera vuelta -la del 17 de agosto- marcada por la victoria sorpresiva del hombre del PDC, que de la mano de Edmand Lara se catapultó a la cima, con el 32.06%. Segundo quedó Tuto, acompañado por su “vice” Juan Pablo Velasco (26.70%).

A continuación, un repaso -sin caer en propagandas- por los puntos clave de estas votaciones, entre ellas, la crisis de combustibles, la pérdida de peso e invisibilización de la izquierda en las boletas, y el apronte de los sectores sociales, que, de antemano, ya les advirtieron a los próximos gobernantes que se levantarán en las calles si no cumplen con sus promesas.

PAZ VS TUTO Rodrigo Paz (58 años) y Jorge Quiroga (65) se plantaron en la batalla final de las elecciones con propuestas disímiles. 

Paz, senador y exalcalde de Tarija, es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, que gobernó el país de 1989 a 1993, con los colores del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), identificado con la derecha más popular.

Se formó en Relaciones Internacionales y cuenta con una maestría en Gestión Pública que realizó en la American University de Washington, DC. Comenzó con su incursión en la política a los 32 años.

Quiroga ya ha estado al frente de la Presidencia. Ofició en calidad transitoria, de 2001 a 2002, luego del paso al costado que ha dado el extinto general Hugo Banzer Suárez, aquejado por una salud en declive.

Su aspiración es tomar las riendas del país 23 años después de su experiencia inicial.

Tuto no es nuevo, tampoco, en la búsqueda continua de la Banda Presidencial. El cochabambino lo ha intentado en 2005, pero del otro lado tuvo el estreno de Evo Morales en las urnas, quien le mostró el camino de salida de dicha contienda, en lo que fue el inicio del mandato masista.

En 2019, año marcado por la crisis social tras la renuncia de Evo y la asunción de Jeanine Áñez, esta última eligió a Quiroga como delegado presidencial para allanar el camino con la comunidad internacional y establecer nexos de diálogo.

Tuto, tras concluir sus estudios secundarios, se trasladó a Estados Unidos y estudió Ingeniería Industrial en la Universidad A&M, de Texas. Después pasó por la Universidad St. Edward's para efectuar una maestría en Administración de Empresas.

LA IZQUIERDA, BORRADA Tras casi dos décadas de la izquierda en el poder, la boleta de hoy domingo reflejará su invisibilidad.

De ahí que muchos analistas políticos se apresuraran a leer el escenario electoral y concluyeran que la desaparición en las urnas de la izquierda responde, en gran medida, a su fragmentación en la antesala, la gestión de Arce y la diversificación de corrientes tales como la “evista”, la “arcista” y la “androniquista”, entre otras.

Hay quienes lideran una discusión en torno a la inclinación de Paz. Unos lo encasillan en la centroderecha y otros, en la izquierda. En cuanto a Tuto, no parece haber medias tintas: el de Libre se sitúa en la derecha conservadora.

CRISIS DE COMBUSTIBLES La crisis galopante -y aparentemente cíclica- de carburantes en el país es la constante de la recta final del gobierno actual y amenaza el inicio de la siguiente gestión.

La incertidumbre en torno a la dotación de diésel y gasolina en los surtidores de todas las regiones de Bolivia ha llegado, incluso, a los despachos del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que, en el transcurso de la semana, ha expresado su preocupación en cuanto a la seguridad de contar con combustibles para llevar adelante la logística completa de las maletas electorales.

Las largas filas en las estaciones de servicio han sido la suerte de fotografía de la crisis. Decenas de buses interdepartamentales, microbuses, trufis y vehículos particulares no han quedado fuera de la problemática. 

SECTORES SOCIALES, EN APRONTE Todavía no hay gobierno electo, y las algunas organizaciones sociales se aventuraron a lanzar fuertes advertencias dirigidas a los próximos gobernantes, pues exigen, de antemano, que cumplan con sus promesas.

“Gane quien gane, tiene que cumplir su plan de gobierno. Si no lo hace, el pueblo se va a organizar y va a salir a las calles”, fue el aviso del dirigente campesino Willy Tapia.

Fuente: OPINIÓN